Chicos de entre 4 y 19 años recorrieron las oficinas, compartieron hamburguesas y se divirtieron mientras aprendían lo que sus padres hacen cuando están trabajando en el yacimiento. Una crónica de la experiencia, muy esperada, que se selló con la plantación de un árbol. 

"Mamá, ¡es verdad que desde tu oficina ves vacas!". Sofía (15) y León (9) estaban allí para confirmar en persona lo que su mamá Gilda Muñoz, HRBP Lead Analyst, les cuenta del paisaje que tiene delante cuando trabaja. Igual que ellos, todos los colaboradores de El Tordillo tuvieron visitas ese día de fines de febrero, antes que empiece el año escolar, durante la muy esperada Jornada de hijos de Tecpetrol. Unos 40 chicos de entre 4 y 19 años participaron de la fantástica experiencia de conocer qué hacen y dónde están sus papás y mamás en el trabajo.

"Pudieron ponerle cara a las personas que nombro, darse cuenta del tiempo que nos lleva llegar todos los días y se sorprendieron mucho de que tenga compañeros de Ecuador y Colombia", contó a Tecpetrol Hoy Gilda, en su doble rol de mamá y organizadora de este evento inolvidable, que había generado muchas expectativas. A partir de una encuesta enviada a todos los colaboradores, un equipo profesional diseñó la experiencia que incluyó el traslado de los niños desde tres puntos de encuentro en las ciudades de Comodoro Rivadavia y Rada Tilly. 

Una vez todos dentro del ómnibus, recorrieron el camino para llegar a El Tordillo donde los esperaban sus padres. En la explanada del estacionamiento el director del yacimiento, Ande Haile, los recibió con unas palabras de bienvenida y los especialistas Ángel Giménez y Santiago Rubio explicaron cómo se extrae el petróleo acorde a su joven audiencia. Para, inmediatamente después, iniciar un recorrido por las oficinas, donde los chicos saludaron a los compañeros de trabajo, y reconocieron sus propios dibujos en los escritorios. Pasaron por el comedor y las salas de control donde se monitorea la producción.

En el área de estacionamiento los esperaba una sorpresa. El gigantesco camión de la Brigada de Emergencias -que combate incendios en la planta pero también puede colaborar en incidentes en la zona- apareció para el asombro de todos. En dos grupos, participaron de una charla sobre cómo se combate el fuego, seguida de una catarata de preguntas: cuánto tardan en ponerse toda esa ropa, cuánto en apagar el fuego, entre otras. La prueba del agua con las mangueras simplemente los dejó deslumbrados.

Después de compartir hamburguesas en una larga mesa al aire libre, los padres y madres regresaron al trabajo mientras sus hijos participaron de actividades recreativas, entre las que la búsqueda del tesoro fue la estrella. Mediante pistas debían encontrar palabras que formaron la oración que indicaba en qué lugar del yacimiento estaban las bolsas con golosinas, que repartieron entre todos.

Para dejar una huella de esta primera visita, todos juntos plantaron un árbol en la rotonda de acceso al yacimiento. Y con su kit escolar volvieron al bus que los llevó de regreso a casa, con una idea más real de los que hacen sus padres, y a qué se dedica esa empresa que escuchan mencionar todos los días: Tecpetrol.