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No todo es color de rosa

Néstor Blanco, alias Pelín, cuida el almacén de Los Bastos como si fuera su propia casa. Esa actitud de servicio, que aprendió como boy scout, es su marca registrada para el trabajo y la vida. Aunque el color que lo identifica no lo tiñe todo…

Todo el mundo lo conoce como Pelín. Y sabe que domina el almacén en Los Bastos, en Neuquén. Néstor Blanco, Warehouse Lead Supervisor, lleva más de una década en Tecpetrol pero cuenta con más de 30 años en la industria del petróleo. Recuerda al detalle cómo fueron cambiando las prácticas y las costumbres, las reglas, incluso las no escritas. En temas de seguridad, ambiente y diversidad, advierte las cosas que los "petroleros roca gruesa" del pasado no entenderían.

Como responsable del almacén, su actitud lo define. "El almacén es una unidad de servicio dentro de la operación, muy pocas veces somos cliente, el 95% somos proveedores, así que estamos integrados con todos los sectores", cuenta desde su espacio, que mantiene limpio y perfumado.

Néstor Blanco, alias Pelín-

Pero confirma eso de que el cliente tiene la razón. “Si un día te piden un material que no tenés, se diluyen las 999 veces que sí”, reconoce. Sin embargo, es muy eventual que no puedan responder: con el apoyo de todo el equipo de Supply Chain, sumado a la red de relaciones personales forjadas en muchos años en la zona, consigue dar respuesta, incluso en las urgencias. “El tema es trabajar en conjunto; siempre bromeo que atiendo la oficina de soluciones”.

Metamorfosis en la industria

Los vehículos que recorren el yacimiento, el calzado de seguridad que mutó de bota petrolera a zapatillas ultralivianas con puntera de aluminio, los teléfonos satelitales y los códigos de barra que reemplazaron al Kardex: son innumerables los recursos que se han modernizado a través de los años. “Siempre le digo a las personas que ingresan que yo empecé con el sistema Kardex –como la fichita del doctor–, para el inventario de cada material”. La tecnología achicó el margen de error humano, aunque siempre puede cortarse la señal...

El cambio se ve claro en el compromiso de todos con conductas personales, desde usar el cinturón de seguridad hasta guardar los residuos en los vehículos para desecharlos en un cesto. Un proyecto busca trascender su labor. En su propia casa brotan los plantines de eucaliptos, cerezos y fresnos que están reforestando el paisaje alrededor del almacén, que serán sombra para las próximas generaciones. Otra de sus iniciativas, un álbum de fotos que revela la evolución del terreno a través de los años, lo considera “un logro personal”.

Además de sus tareas en el almacén, Néstor Blanco se dedica a retratar el entorno.-

Pero si algo ha cambiado el paisaje en la industria fue la paridad de género que se advierte. “Son las buenas enseñanzas de la empresa en cuanto la diversidad: hoy somos varones y mujeres de distintas edades los que sacamos los trabajos adelante, pero me tocó ver en un equipo que a un muchacho no lo dejen trabajar porque había venido con un arito”.

En aquella época, en una actitud desafiante, Pelín adoptó el color rosa para sus lapiceras, tazas del café, remeras, para identificarlas… y conservarlas. "Porque me gusta el color y me resbala lo que diga el resto”, admite. Hoy es una marca registrada. “Salen a caminar o se van de viaje, y todos me traen algo rosa de regalo”.

Una historia no tan sencilla

La palabra clave es colaboración. “Los equipos de trabajo, ya sean de la empresa o proveedores o transportistas, del rango que sea, somos todos iguales porque todos necesitamos de todos”, resume.

Estas lecciones las aprendió en su casa familiar, cuando era un niño boy scout que ayudaba a las vecinas más ancianas de la cuadra a barrer la vereda o hacer las compras, sin aceptar nada a cambio.

Siempre contó con el apoyo de su familia: su esposa, lo acompañó en noches de guardia. "En otras épocas, visitamos juntos más yacimientos que lugares turísticos”, reconoce. Todos en casa tienen la misma vocación de servicio. Hoy su hija de 14 años es la que invita a las vecinas a tomar el té cuando sabe que están solas.

Selene nació después de años de tratamientos de su esposa, que incluyeron muchas operaciones y una fuerte devoción por San Expedito. “Estuvimos 13 años intentándolo, hicimos todo lo que nos dijeron, pero cuando habían dicho no más médicos, sucedió”, cuenta emocionado

Pelín siente que su estilo ha dejado una marca. "Con el tiempo ves que los cambian de sector algo aplican, ya sea la manera de trabajar o el trato con la gente, pero se diferencian del resto por esa actitud”. Él lo adjudica al contagio. “Es algo que va más allá de lo económico: cuando tenés esa predisposición la retribución es instantánea y creo que es la manera más linda de trabajar”.

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