Abigail Rozenblit, Technology Energy Transition Engineer, se recibió de Doctora Ingeniera en la Universidad de Buenos Aires. Hablamos con ella sobre este nuevo objetivo cumplido.

Había un aula llena de gente en la Facultad de Ingeniería de la UBA (Universidad de Buenos Aires) esa mañana de diciembre. Unos veinte familiares, amigos, colegas y compañeros de Abigail presenciaban la defensa de su tesis, “Baterías de litio avanzadas para el almacenamiento de energías renovables y la recuperación sostenible del litio”.

Más de una década de formación terminaba con esa defensa. “Luego de la parte experimental y teórica, me aboqué durante un año a la escritura. Trabajé los fines de semana, con idas y vueltas, mucha corrección y edición”, dice, mirando sonriente hacia atrás.

¿De qué se trata esta investigación que demandó tanto? Abigail desarrolló un método de extracción directa de litio de las salmueras. Es más conveniente, selectivo y amigable con el medio ambiente ya que trabaja con bajo consumo energético.

Un proyecto que no terminó en la tesis, sino que está programado a futuro: “Lo llevamos adelante con Marco Tivelli, (Chief Technology Officer): desarrollar el escalado del reactor de extracción directa de litio de las salmueras. Por ahora es un plan de un año. Tenemos tareas muy específicas para continuar con el avance de la tecnología y las estamos realizando en el laboratorio de Ernesto Calvo, mi director de tesis e Investigador Superior del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas)”. Abigail habla con agradecimiento de Ernesto y también de Miguel Ángel Laborde, su codirector.

Pero este es solo uno de los temas a los que ella se dedica: “Estoy en el fondo de inversión TechEnergy Ventures: algunas de las áreas donde trabajo están relacionadas con la extracción directa de litio y también con muchas tecnologías que involucran electroquímica. También soy docente en Termodinámica de los Procesos, una materia de la carrera de Ingeniería Química de la UBA”.

Todas esas tareas, además de su banda de acid jazz Segundo Principio, donde toca el piano y canta, fueron el contexto de la preparación de la tesis y la defensa: “Por suerte, tuve buen tiempo para prepararme y condensar años de trabajo en una presentación de cincuenta minutos. Sentí que pude darle una vuelta de tuerca adicional para poder contarla como un cuento”.

Ya se dijo, esto va más allá de la tesis: “Tuve la oportunidad de hacer ensayos de la presentación y prácticas con colegas y gente muy crítica, que me preparó muy bien para ese momento. Discusiones técnicas muy valiosas. Con el jurado no tuve mucha interacción previa pero fue una experiencia única enfrentarse a sus preguntas, que iban al detalle”. Preguntas muy atinadas que apuntaron a hacer una revisión crítica que enriquecerá el tema de la tesis: “Vamos a incorporar sus comentarios, y los intercambios que se dieron van a profundizar el trabajo”.

El resultado fue mejor de lo esperado. Se sacó un diez y la calificaron con honores: Summa Cum Laude dice su diploma. Ahora solo queda festejar y comenzar a construir sobre lo aprendido. ¡Ah! Y volver a la música: “Mis compañeros de la banda me tuvieron mucha paciencia. Ahora tocamos otra vez: el 29 de diciembre salió un nuevo single y lo vamos a presentar”.