Andrea Rocca comparte los avances realizados por el equipo para contribuir a la descarbonización de las actividades industriales del Grupo Techint y comenta las múltiples oportunidades y desafíos previstos para los próximos pasos. 

En el noroeste de Argentina estamos en la carrera para producir litio con el fin de alimentar la creciente demanda mundial de baterías para los automóviles eléctricos y los sistemas de almacenamiento de energía, un paso clave en el proceso de electrificación y la descarbonización que forman parte de la transición energética. Tecpetrol está ensayando distintas formas de producir este metal de color blanco plata, con base en Olacapato, en la provincia de Salta, una de las localidades más altas de Argentina. No ha sido un emprendimiento sencillo. En la región de la Puna, a 4.100 metros sobre el nivel del mar, las condiciones en la planta piloto son extremadamente inhóspitas. Sin embargo, a pesar de las dificultades, los ensayos han generado una gran cantidad de conocimientos para el equipo a la hora de construir un sólido caso de negocios para el proyecto. 

“Hoy nos sentimos lo suficientemente confiados como para recomendar seguir adelante con el desarrollo del proyecto de salmuera, para expandir esta tecnología”, explica Andrea Rocca, quien dirige la Unidad de Transición Energética de Tecpetrol. “Estamos vislumbrando algunas oportunidades muy interesantes”.

El precio del litio, aunque bajó desde un pico en 2022, sigue alto y se espera que las ventas de automóviles eléctricos crezcan de manera constante a medida que más gobiernos promuevan el cambio en sus respectivas jurisdicciones. Solo en los Estados Unidos, se prevé que las ventas de vehículos eléctricos nuevos aumenten a más de 9 millones de unidades, es decir, casi el 50 % de todas las ventas de automóviles nuevos en 2030, desde un número inicial de alrededor de 650.000, o el 4,5 % de las ventas, en 2021, según el proveedor de investigación estratégica BloombergNEF.

Un desafío para los que buscan expandir sus negocios en el litio será la negociación de precios razonables para adquirir los derechos mineros, que ahora están alcanzando picos tan elevados como sus altitudes topográficas. 

Pero Andrea Rocca confía en que Tecpetrol podrá unirse a iniciativas nuevas gracias a su innovadora tecnología y conocimientos para desarrollar los proyectos y llevarlos “de la promesa a la realidad”. 

Los avances recientes en el segmento del litio son sumamente importantes para la Unidad de Transición Energética, ya que son un testimonio de todo lo que se ha conseguido desde la puesta en marcha de la división en octubre de 2020. 

“Se han logrado muchas cosas, pero todavía queda mucho por hacer”, dice Andrea Rocca.

Este impulso para hacer más surge aun cuando se vio afectado el ritmo de la transición energética. Las altas tasas de inflación y las interrupciones en la cadena de suministro global, primero por la pandemia y luego por la guerra de Ucrania, han producido alzas en los precios de la energía y han reavivado la necesidad de producir más petróleo y gas natural para seguir el ritmo de la demanda. 

Esta situación ha suscitado preguntas sobre cómo asegurarse que la energía sea limpia, confiable y asequible. “Que la energía sea limpia es apenas un aspecto”, observa Andrea Rocca y agrega que, “los otros aspectos también son muy relevantes en un mundo tan fragmentado por estos conflictos”. 

Es probable que la demanda de seguridad energética mantenga altos los precios del petróleo y el gas durante algún tiempo, incluso si las energías renovables crecen más rápido que los combustibles fósiles. 

Sin embargo, la expansión de las energías renovables enfrenta varios desafíos. El primero es la ubicación. El factor de carga varía sustancialmente entre topografías: el sol brilla en los desiertos de Argentina con mucha más frecuencia que en una ciudad europea, donde vive más gente. Otro desafío es cómo suministrar energía las 24 horas cuando no sopla el viento o cuando es de noche. Aquí es donde el petróleo y el gas seguirán desempeñando un papel importante, opina Rocca. 

Los incentivos realmente son de una gran ayuda

Si bien la seguridad energética ha cobrado importancia en los últimos años, la transición energética se está empezando a acelerar una vez más, impulsada por incentivos nuevos y generosos, como aquellos proporcionados por la Ley de Reducción de la Inflación de EE.UU. (IRA, por sus siglas en inglés), que entró en vigencia en agosto de 2022. Estos incentivos reducen los costos de desarrollar proyectos tales como la captura y el almacenamiento de carbono. 

“A pesar de ser el mayor productor de petróleo y gas del mundo, Estados Unidos ha tomado el rol de liderazgo a la hora de impulsar la transición energética mediante la introducción de este gigantesco paquete de incentivos; en consecuencia, el Grupo Techint tiene la intención de acelerar un programa de inversiones importantes en ese país”, anuncia Andrea Rocca. “Europa está en el proceso de lanzar un paquete similar para no quedarse atrás”. 

China también desempeñará un papel importante en la transición energética, dado que produce la mayoría de las baterías de iones de litio para el mundo, así como paneles solares. 

“Este es un mundo lleno de desafíos y oportunidades”, agrega el ejecutivo. 

Progreso interno

El Grupo Techint tiene por delante muchas perspectivas de proyectos de transición energética. El equipo de Rocca está trabajando en el desarrollo de iniciativas para ayudar a descarbonizar las operaciones del grupo, que incluyen el suministro de energía eólica a sus plantas siderúrgicas. Solo en Argentina, se están construyendo parques eólicos con una capacidad de generación prevista de cerca de 170 MW. 

Se han logrado avances importantes en la inversión en las start-ups tecnológicas en el contexto de la transición energética a través de TechEnergy Ventures, el brazo de capital de riesgo corporativo de la unidad. En apenas un año, este fondo ha realizado cinco inversiones y prevé cerrar cinco más durante este trimestre. "El desafío ahora es 'predicar con el ejemplo' y brindarles el apoyo necesario para ampliar estas tecnologías innovadoras", explica Andrea Rocca. 

TechEnergy Ventures también está analizando la inversión en soluciones basadas en la naturaleza o en la conservación y gestión de la tierra para capturar carbono. “La naturaleza también puede ser una solución complementaria para descarbonizar”, explica Andrea Rocca. Se estima actualmente que la inversión en proyectos basados en la naturaleza podría costar entre USD 10 y USD 30 por tonelada métrica de CO₂. 

Rocca prevé que el enfoque principal de su equipo siga siendo el litio, la captura y el almacenamiento de carbono y las energías limpias, y vaticina que el hidrógeno verde se verá frente a más desafíos antes de volverse competitivo en el corto plazo. 

La Unidad de Transición Energética aún se encuentra en la etapa inicial de su agenda de crecimiento, pero el desafío es claro. “Todos queremos ir más rápido. Ya se ha hecho mucho y seguiremos trabajando para generar más oportunidades de crecimiento”, concluye Andrea Rocca.