En diciembre se pondrá en marcha nuestro primer proyecto de desarrollo no convencional de petróleo en la Cuenca Neuquina. Carlos Mamani, Operations & Engineering Senior Director, Franchesca Renzullo, Plant Manager, y Laura Poblet, Facilities Lead Engineer, comentan los desafíos de la obra.

“La decisión de impulsar nuevos activos no convencionales, la vocación por buscar y encontrar petróleo en zonas de borde de la Cuenca Neuquina, y la capacidad para ejecutar proyectos en plazos desafiantes, que a la vez promuevan el crecimiento de empresas locales”. La suma de estos tres factores, dice Carlos Mamani, Operations & Engineering Senior Director, explica los avances en Puesto Parada, nuestro primer yacimiento de shale oil en etapa de desarrollo en Vaca Muerta.

Ubicado al norte del área de Los Bastos, el proyecto consiste en la ampliación de una planta a una capacidad de 6 mil barriles por día y la construcción de dos pad (locaciones) de 4 pozos cada uno, en un primera etapa. Pero, ¿cómo es el día a día detrás de esos números? ¿Con qué retos y aprendizajes se encuentran quienes están a cargo de las tareas que multiplicarán por 10 la producción en esa zona?

Muchas manos a la obra

“Desafiante”. Esa es la palabra con la que Franchesca Renzullo y Laura Poblet definen su trabajo en el yacimiento. Lo dicen con una sonrisa cómplice porque saben que su labor las pone a prueba en todos los sentidos: para supervisar las instalaciones, para liderar y coordinar sus equipos y, también, para tomar decisiones ante cualquier imprevisto.

De hecho, hace pocas semanas, una situación les exigió actuar en tiempo récord. En una de las zonas donde se va a colocar el nuevo tanque para la planta, había que retirar unos caños enterrados. El problema era que esa línea estaba conectada al gasoducto por donde pasa el mayor porcentaje de gas en el área de Los Bastos. Para avanzar con las obras, sí o sí, tenían que parar la planta.

“Nuestra premisa es siempre mantener la operación activa y que las intervenciones sean en el menor tiempo posible. En este caso, tuvimos que cortar y ejecutar de la forma más eficiente –cuenta Franchesca Renzullo–. Esto implicó un análisis de cómo íbamos a bloquear, despresurizar e inertizar el ducto; cómo repercutía en las demás actividades, y obviamente, las habilitaciones por parte de Seguridad, que son indispensables para cada tarea. Fue un trabajo que incluyó a distintos sectores, todos con un mismo objetivo: desarrollar en tiempo y forma la ampliación de la planta para diciembre”.

Laura Poblet comparte la idea de que el espíritu de equipo es uno de los principales valores en esta obra. “Del desarrollo general se desglosa la ampliación de la planta de 300 a 1000 metros cúbicos de petróleo por día, los dos pads y la construcción de 10 kilómetros de ducto para vincular esa producción a una red ya existente. Por eso necesitamos mucha coordinación y que la cantidad de gente vaya acompañando. Hoy tenemos alrededor de 100 personas trabajando en el proyecto”, detalla.

Vocación hacia el progreso

Si en algo coinciden quienes lideran el desarrollo en Puesto Parada, es que los desafíos van más allá de la finalización de las obras. Las nuevas instalaciones, sistemas de control y todas las particularidades de las tareas de producción de shale oil, exigen también el reto de seguir capacitando a la gente.

“Hacer un desarrollo no convencional en un yacimiento que siempre ha sido convencional requiere una gran predisposición y esfuerzo –afirma Franchesca Renzullo–. Hay personas que operan acá hace más de quince años y que vienen siendo parte de los cambios. Este desarrollo es una expansión de nuestro trabajo en Vaca Muerta y renueva nuestro compromiso con la producción de energía”.