La planta de gas llevó a cabo la sustitución del tip del flare, esencial para la combustión segura del gas excedente. Este proyecto implicó una planificación meticulosa y colaboración con expertos. Hablamos con sus protagonistas.

Era el inicio de un día crucial: el cambio del tip del flare, la antorcha que quema el gas, una tarea que no solo representaba un desafío técnico, sino también una operación crítica para El Tordillo. "El flare es crucial para nuestra planta. Asegurarnos de que funcione correctamente es esencial para el cumplimiento ambiental", señaló Bruno Di Tulio, Gas Plant Manager, quien lideró el proyecto planeado meticulosamente durante un año, junto con Eduardo Romero, Facilities Operations Team Leader.

El proceso comenzó con una inspección detallada de las instalaciones existentes y una evaluación exhaustiva de riesgos, realizadas en conjunto con la contratista MERO S.A. Incluso trabajaron en la solicitud de permisos y aprobaciones, ya que la Secretaría de Energía de la Nación realiza auditorías para monitorear las operaciones. El día del cambio, la planta se detuvo durante cinco horas para garantizar que cada movimiento se realizará con máxima rigurosidad.

El sistema fue despresurizado y aislado, asegurando que no hubiera fugas de gas durante la intervención. “El desafío más grande fue desviar toda la producción que llega a la planta. Para hacer esta maniobra tuvimos que involucrar al yacimiento completo. Eduardo tuvo la responsabilidad de hacer todo este trabajo en el menor tiempo posible y con máxima seguridad. Es la primera vez que se hace este cambio. El próximo probablemente se haga en 20 años”, explicó Bruno.

El desmontaje del flare viejo y la instalación del nuevo fue un reto logístico y técnico. Equipos de altura y una grúa trabajaron en conjunto para manejar el equipo. La asistencia técnica de Flargent, realizada de forma remota, añadió un componente innovador al proyecto. Las pruebas funcionales y el comisionado final integraron el nuevo tip al sistema de la planta, garantizando su operatividad bajo todas las condiciones previstas.

Una vez instalado, el nuevo sistema se conectó al control remoto del bastidor de ignición, permitiendo un monitoreo y operación remotos. Toda la documentación técnica y operativa fue actualizada para reflejar el cambio, y se capacitó al personal en el manejo del nuevo equipo. Este cambio no solo mejoró la combustión y redujo las emisiones contaminantes, sino que también incrementó la confiabilidad del sistema. "Es la primera vez que atravieso un desafío así y me apoyé mucho en la gente de experiencia, como Bruno. Este tipo de proyectos, con una gran complejidad, realmente muestran el ADN de Tecpetrol", destacó Eduardo.

Con el nuevo tip en funcionamiento, la planta está preparada para enfrentar futuras demandas con más eficiencia. Bruno reflexionó sobre el éxito del proyecto: "Siempre este tipo de trabajo, cuando sale bien, es una satisfacción grandísima y un gran orgullo. Es un desafío, pero lo hacemos con la tranquilidad del trabajo en equipo".