Un equipo en la tormenta
El yacimiento El Tordillo de la Cuenca Golfo San Jorge, al sur de Argentina, quedó aislado por un temporal de nieve. Gracias al esfuerzo y al trabajo en equipo entre colaboradores y contratistas se pudo reanudar la actividad de la operación en tiempo récord.
Los antecedentes permanecen en la memoria de El Tordillo: en 1984 una tormenta azotó Chubut con temperaturas que llegaron a su mínimo histórico y en 2017 una nevada llegó con temperaturas extremas y cientos de evacuados. Este año no fue ajeno y el invierno llegó acompañado de una ola de frío polar que afectó a todo el país y que se hizo sentir en la Cuenca.
Las nevadas empezaron el martes 18 de junio y se hicieron más intensas con el correr de los días. Si bien el yacimiento operaba normal, ese martes se activó la contingencia y se reforzó la operación a la espera de que el clima endureciera y la nieve se multiplicara a partir de la madrugada del miércoles 19.
“Quienes teníamos que subir el miércoles, salimos muy temprano desde nuestros domicilios y nos encontramos con la ruta cortada”, resume Ángel Giménez, Production & Water Flooding Manager: “Conseguimos cruzar con la intervención de la Gerencia de Security, que se encargó de tramitar los permisos con la policía, y fuimos hacia el yacimiento con los vehículos acondicionados con cadenas, kits de nieve y elementos de seguridad, con la colaboración del servicio de mantenimiento automotor”. Haciendo camino fueron detrás del equipo de Viales, que desde la madrugada se encontraba despejando ruta y caminos en una tarea que repitió en doble turno durante los días siguientes, garantizando el tránsito para “evacuar personal de equipos de torres y permitir el desplazamiento seguro del personal operativo que se ocupaba de la continuidad de la operación” precisa Juan De La Vía, Facilities Manager.
En los días siguientes las condiciones climáticas recrudecieron y el viernes 21, ante el corte del suministro de energía externa, la producción de gas para autogeneración no fue suficiente y se detuvo por completo la producción de gas y petróleo.
La cuenca completa había detenido su marcha, pero ante el black out total el equipo de El Tordillo continuó trabajando con su misión: restituir la generación a gas y la operatividad de la red eléctrica externa e interna. José Doria, Production Leader, es elocuente: “Estuvimos todo el día, la tarde y gran parte de la noche tratando de abastecer con gas un centro de generación para evitar volvernos”.
“Caminábamos las líneas eléctricas en busca de las fallas mientras se trataba de recuperar la producción”, dice Nicolás Ingentron, Electrical Maintenance Lead Supervisor.
Igual no se pudo y los sumió la desazón, como recuerda José: “Volvimos a las oficinas a oscuras y vimos gente decaída porque no habíamos logrado lo que buscábamos”. “Ante la directiva de regresar, se apagó todo y la sensación fue de frustración”, suma Nicolás.
El desafío era grande ante las condiciones reinantes, pero se tenía la certeza de que el equipo humano era todo lo que se necesitaba para superarlo, así que como dicta el ADN Tordillo, al otro día a las seis de la mañana marchaban todos en sus camionetas por el camino que volvían a abrirles las máquinas viales.
Con nuevas ideas y tras arduo trabajo donde la seguridad priorizaba las maniobras, se pudo restablecer la energía y el gas el sábado 22 a las 20 h. Con las luces encendiéndose una a una, como en las películas, el yacimiento estaba normalizado.
Ángel destacó el servicio del comedor: “Los muchachos en la cocina hicieron magia para ofrecer sin energía eléctrica ni gas un menú calentito y calórico”. José pone el foco en la gente: “El equipo entero colaboró sin importar horarios y con seguridad. La verdad, creo que lo dimos todo”. Bruno Di Tulio, Gas Plant Manager recalca la alegría de saber que hay un equipo con la camiseta puesta. “Muy comprometido, en situaciones límites y condiciones extremas hizo lo imposible”. Juan se suma: “Fue emocionante energizar el yacimiento el sábado. Mucho orgullo por el grupo, por los maquinistas, todos respondieron y sumaron”.
Como dice Nicolás: “En mi sector, la tarea fue exitosa gracias a las contratistas. Sacábamos nieve entre todos”. Gabriel Russo, Operations Facilities Sr Engineer, dice: “Las claves fueron la comunicación, el trabajo con la Gerencia de Operaciones y la labor y el compromiso de contratistas”. Sabe de lo que habla, ya que el martes dio asistencia para sacar al personal de los equipos de pulling y el miércoles acompañó con maquinaria vial pesada a supervisores de producción.
La reflexión final es para Ángel: “Ahí es donde lo que aprendimos, lo que está escrito y lo que vimos en las reuniones se puso en práctica. Fue un verdadero plan de contingencia para afrontar el evento. Y nada de héroes: siempre con seguridad y conciencia”.
El sábado 22 de junio El Tordillo estaba listo para seguir produciendo. Quedaban las buenas sensaciones que valieron el reconocimiento del ministro de Hidrocarburos, Federico Ponce: Tecpetrol fue la compañía que más rápido repuso la operación de los pozos luego de la emergencia climática que azotó a la provincia. El esfuerzo, compromiso y trabajo en equipo refleja en El Tordillo su esencia.