El principal yacimiento de shale gas de la Argentina ya está listo para su período de mayor demanda. Dos colaboradores describen las tareas realizadas en sus operaciones, que van desde la limpieza del gasoducto hasta el mantenimiento de compresores.

“Winter is coming”. Con esa frase algunos de los protagonistas de Game of Thrones anticipaban uno de los momentos decisivos de la serie (no vamos a spoilear de qué se trata). Salvando las distancias con ese fantástico mundo medieval, en nuestras operaciones al sur del Ecuador, el invierno también nos avecina grandes retos: es el período de mayor demanda de energía y, por lo tanto, cuando más exigencia tenemos en nuestra producción. Como ante cada gran objetivo que nos proponemos, prepararnos es fundamental. Por eso en Fortín de Piedra, el yacimiento no convencional donde generamos más del 15% del gas que consume la Argentina, llevamos adelante un plan que optimiza nuestros pozos, plantas de tratamiento y ductos de cara a los meses más desafiantes.

“Este tipo de tareas se realizan como parte de un valor de Tecpetrol, que es apuntar siempre a la máxima seguridad” –dice Andrés Dip, Maintenance Engineer, ante la pregunta sobre los trabajos preventivos en el yacimiento–. Eso nos permite poner todos nuestros activos a disposición, con la tranquilidad de que cada intervención se hace con margen de tiempo y recursos”.

Una de las acciones más destacadas del plan fue la limpieza del gasoducto de exportación de 24 pulgadas, el tendido de tuberías que transporta el gas de Fortín de Piedra hacia la red del sistema energético argentino. La tarea involucró a las áreas de Mantenimiento, Transporte, Entregas y Operaciones, y estuvo dividida en dos ejes: el trabajo en campo, que consistió en la corrida de la herramienta de limpieza a lo largo de 33 km del gasoducto (lo que en la industria se conoce como scrapeo o “pasar el chancho”), y un seguimiento remoto desde la Sala de Monitoreo, con el que Andrés Dip supervisó la trayectoria de la herramienta mediante una tecnología de fibra óptica.

Iván Barrientos, Integrity Engineering Expert, brinda detalles sobre la planificación de la corrida. “Para realizar las tareas de limpieza, necesitamos reducir el caudal de gas. Esto quiere decir que la producción nominal se llevó a un 20% de su capacidad, y que en el transcurso de las 9 horas que duró la corrida se inyectó menos energía al sistema nacional. Entonces, trabajar con anticipación es importante, porque de esa manera nos aseguramos que el ducto pueda transportar una mayor capacidad de gas a un menor costo y sin cuellos de botella, durante los meses de mayor demanda”, explica.

La corrida de la herramienta de limpieza se complementa con otra acción relevante del plan para hacer más eficiente la producción en invierno: el mantenimiento de los motores de compresión, o sea, los mecanismos que aportan la energía para transportar el gas por el ducto. Para ello, el equipo a cargo de Juan Ignacio Simonetta, Mechanical Maintenance Manager, fue trabajando desde el verano en el reemplazo de válvulas de la planta y en la optimización de trenes de deshidratación, fraccionamiento y desalado, entre otras tareas.

“Todas estas acciones requirieron mucha coordinación, evaluaciones de riesgo y medidas de contingencia y mitigación. Poder transmitir que todo salió bien es muy reconfortante, porque es un logro más de nuestra actitud de servicio y trabajo en equipo”, concluye Iván Barrientos.