Tecpetrol comenzó a usar esta tecnología para analizar la integridad interior de equipos sometidos a presión y tanques en Fortín de Piedra. Acompáñanos en el vuelo.

Integridad. El lazo invisible, o no tanto, que tienen en común la CPF (Central Processing Facility) de Fortín de Piedra con la Central Eléctrica Pesquería. O con Campo Pendare o las instalaciones de El Tordillo.

El área dedicada a cuidar la integridad de las facilidades pertenece a la Gerencia de Mantenimiento. Hablamos con Iván Barrientos Cabrera y Natalia Sabbag, Integrity Engineering Experts. “Nuestra tarea consiste en realizar los estudios y el seguimiento para asegurar la integridad de los equipos a partir del análisis de riesgo y la ejecución de los planes de inspección y monitoreo”. Pads, tanques, ductos, separadores, torres, activos, todo equipo que contenga energía: “El área trabaja para que esa energía no se pierda. Eso se llama integridad, y reúne muchas prácticas, leyes, evaluaciones, parámetros y recomendaciones”.

Cada instalación tiene su propio plan de mantenimiento, que se analiza con una herramienta distinta: se releva el equipo, se carga en el software de análisis de riesgo y con ese resultado se definen los planes de inspección.

Para eso, el área dispone ahora de una nueva herramienta con la que se maximizan el uso del tiempo, costos y seguridad: “Cada equipo que se inspecciona depende de distintas técnicas en función de lo que se quiera saber: para medir espesores se usan distintas herramientas como ultrasonido puntual, de barrido, o gammagrafía digital. En algunos casos, hay que desarmar cañerías. En otros, ingresar a tanques de gasolina (tanques de 1600 m3)”, explica Iván.

El zumbido de los drones enmarca las palabras de Pablo Fichera, Digital Innovation Sr Manager: “Desde Innovación Digital venimos evaluando el beneficios del uso de los drones en la industria principalmente desde dos ópticas distintas: por un lado la posibilidad de utilizarlos acompañados de herramientas de Inteligencia Artificial que nos ayuden a analizar y clasificar las imágenes capturadas y/o detectar anomalías de manera más ágil, y por el otro como vehículo o medio para capturar imágenes en lugares remotos, confinados o de difícil acceso de manera más rápida y segura, como fue este caso”. “Sin ellos tendríamos que armar andamios y enviar a alguien para entrar a los tanques. Además de evitar trabajos en altura y en espacios confinados, la inspección que hacemos ahora es mucho más precisa”, suma Natalia.

“Ya habíamos usado drones con inspecciones visuales en el flare de venteo de Fortín de Piedra. El valor agregado de esta nueva versión es que, por su tamaño, lo podemos volar en espacios confinados”, amplía Iván. Esa búsqueda tuvo recompensa: ganaron el premio Tecpetrol SAS (Seguridad, Ambiente y Salud) 2023 por el uso del drone.

La calidad también se asegura articulando el relevamiento con el software 3D y el radar láser LiDAR, que puede relevar la estructura por la que vuela el equipo y permite una reconstrucción del interior de la instalación. Se usa para cuantificar posibles daños. Se puede adaptar con distintos sensores para hacer inspecciones específicas, además de su función visual.

Las posibilidades son muchas. Son especialmente útiles para analizar el Slug Catcher, una de las instalaciones clave de Fortín de Piedra, que necesita ser desmontado entero para completar la inspección exterior. La mejor forma de despejar todas las incertidumbres es acceder a la tubería porque la inspección visual es la madre de todas las inspecciones, y el drone puede recorrer la instalación por dentro. “Buscamos estar seguros de que cada equipo pueda contener la energía que transporta. Lo vemos, lo medimos y lo cuantificamos. Uno no sabe lo que ve, sino que ve lo que sabe", dice Iván. “Los próximos pasos serán escalar su uso a otras operaciones y áreas de Tecpetrol”, cierra Pablo.