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Control remoto

Ya estamos manejando a distancia, desde nuestro Real Time Operation Center (RTOC), el equipo de perforación F-36 de Nabors Industries traído de Estados Unidos.

Primero se hicieron pruebas, que consistieron en el manejo y control direccional remoto desde la sala de control a las herramientas de fondo de la empresa SLB en el pozo FP-1471, en Fortín de Piedra. Esto se pudo lograr gracias a la innovación y el avance tecnológico del equipo de perforación F-36 de Nabors, que permite enviar comandos a distancia para comunicarse con las herramientas en el fondo, lo que redunda en una mejora de la calidad de la geonavegación y de la performance de la perforación.

“La tecnología que estas herramientas tienen nos permite comandarlas desde Buenos Aires hasta Neuquén, sin necesidad de hacerlo desde el campo. Con esto, damos un salto significativo en innovación, posicionándonos como líderes en los avances tecnológicos de la industria”, cuenta Andrés Valacco, Drilling Director.

Los ojos de la industria están puestos en estos ensayos inéditos, pioneros en pozos no convencionales. “Para esta prueba, hicimos un sistema de control doble, por un lado armamos el circuito para poder operarlo desde la sala y, por otro, mantuvimos al personal que normalmente trabaja con esa herramienta en el yacimiento, por si se hubiera necesitado asistencia, pero no fue el caso”, explicó Iván Griso, Drilling Principal.

Sobre el proceso, Hernán Pianciola, RTOC Manager, dijo que “muchas veces, se simplificaba a decir que se enviaba una señal desde Buenos Aires a Neuquén”, sin embargo, explicó: “Para llegar a eso, hubo detrás mucho trabajo de la Vicepresidencia de Perforación y Work Over (VPWO) con las contratistas involucradas para que pudiera funcionar”.

“Ese clic que se hace en el RTOC llega al equipo de perforación, y luego esta señal viaja a las herramientas que se encuentran a tres mil metros de profundidad y a cinco mil metros de longitud, recibe el mensaje, lo interpreta, lo ejecuta y luego lo devuelve para que desde acá sepamos que la operación se está ejecutando, eso requiere un gran trabajo de vinculación de sistemas”, detalla Valacco.

Se proyecta un futuro en el que las acciones y decisiones operativas se comanden remotamente, para optimizar recursos. A partir de lograr el conocimiento de “saber cómo perforar eficientemente”, con la visión y misión a mediano plazo de alcanzar la automatización y autonomía de la perforación.

“Los beneficios del manejo a distancia son, primero, suplir la falta de gente con el expertise o la capacitación necesaria que se proyecta que va a haber con el aumento de la actividad en la Cuenca Neuquina y, segundo, continuar con el modelo de centralización de las operaciones, que nos trajo muchos beneficios, ya que se conocen mejor los procesos y se les aplica el ciclo de mejora continua y optimización”, cuenta Griso.

Otro punto a destacar es la incorporación de la inteligencia artificial (IA) al proceso de perforación. “La IA tiene que aprender, para eso necesitamos perforar más pozos, después, el software va a estar en condiciones de hacer recomendaciones sobre las decisiones a tomar”, explica Pianciola.

Experiencia Fortín de Piedra

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