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Ricardo Ferreiro: "Argentina es un exportador neto de energía"

Destacó los desafíos y oportunidades de Argentina en el sector energético y compartió su visión sobre cómo la región puede aprovechar sus vastos recursos y experiencia para mantenerse competitiva en el mercado energético global.

Ricardo Ferreiro, President E&P, participó en el panel LATAM Upstream Competitiveness, moderado por Alejandra León, Associate Director of Strategy and Business Development en S&P Global. También estuvieron presentes líderes clave de la industria como Gustavo Baquero, Executive Vice President and Managing Director en Harbour Energy; Sylvia Anjos, Executive Officer for Exploration and Production en Petrobras; y Margarita Pérez Miranda, CEO de P.M.I. Comercio Internacional.

Ferreiro compartió valiosas reflexiones sobre los desafíos y oportunidades que moldean la industria del petróleo y gas en América Latina. Analizó cómo la dinámica regional, junto con la resiliencia y capacidad de adaptación de las compañías locales, han contribuido al crecimiento y la competitividad del sector.

"Conocemos la historia, la cultura y cómo gestionar y desarrollar los recursos, adoptando las mejores prácticas de todas partes", comentó. "La crisis en Argentina ayudó a fortalecer esta experiencia. Nos obligó a ser aún más eficientes, reducir los tiempos de perforación y terminación, gestionar costos y hacer nuestras operaciones aún más competitivas."

Vaca Muerta: un punto de inflexión para Argentina

Ferreiro enfatizó el papel clave que desempeña Vaca Muerta en el panorama energético del país. "Vaca Muerta es un recurso de gran relevancia en términos de productividad, cantidad y calidad de hidrocarburos y competitividad a nivel global. El costo promedio anual del gas en Argentina es de 3,50 dólares por millón de BTUs, lo cual es competitivo a nivel global. Esto convierte al país en un entorno atractivo para la inversión. Somos optimistas respecto al futuro cercano y las oportunidades que se presentan."

“Nuestro desarrollo más importante está en Vaca Muerta, donde la curva de aprendizaje ha sido rápida, especialmente en la reducción de tiempos y la mejora de la eficiencia. Cuando comenzamos a trabajar en el yacimiento Fortín de Piedra, nos enfrentábamos a pozos profundos y de alta presión, con tiempos de perforación de 35 a 36 días por pozo. Ahora hemos reducido ese tiempo a 16-17 días. También iniciamos con 3 a 4 etapas de fractura hidráulica por día y actualmente hemos aumentado a 9 o 10."

Ferreiro destacó la transformación de Argentina en términos de producción energética: "El país es ahora un exportador neto. En los últimos dos o tres años, pasó de ser un importador de energía con un déficit de casi 8 a 10 mil millones de dólares a exportar energía por cerca de 5 mil millones de dólares. Esto representa un cambio fundamental para el país y explica por qué hay consenso en todo el espectro político argentino respecto al sector energético."

También señaló los desafíos que se enfrentan, particularmente los cambios estacionales en el consumo de gas entre invierno y verano. "Debemos estar preparados para una mayor demanda en invierno y gestionar el exceso de capacidad en verano. Esta diferencia en el consumo agrega complejidad a nuestras operaciones, pero también representa una oportunidad para exportar las vastas reservas del país. Con más de 100 años de reservas disponibles, Argentina tiene una ventaja estratégica en el sector energético."

La energía regionalizada

Al analizar el sector en América Latina, sostuvo: "También tenemos operaciones en toda la región, desde México hasta Argentina. Nos interesan las oportunidades en todos los países donde operamos. Además, buscamos extender nuestra experiencia en el desarrollo de shale a México y Colombia cuando sea posible. Nuestro compromiso con la región y su desarrollo es firme”.

Ferreiro reflexionó sobre la necesidad de adaptarse a los contextos locales sin perder de vista la competitividad global. "Aunque no contamos con los mismos recursos que Estados Unidos, nos hemos enfocado en la reducción de costos y la optimización, aprovechando el conocimiento de las empresas de servicios y manteniendo un control estricto sobre la producción”.

Mirando hacia el futuro, reconoció el papel crucial que América Latina seguirá desempeñando en el mercado energético global. "Latinoamérica tiene un vasto potencial, y seguimos comprometidos en aprovechar nuestra experiencia para impulsar un mayor crecimiento e innovación en la región. Todos sabemos que la transición energética puede no ocurrir tan rápido como se anticipaba, pero sucederá. Esto representa una oportunidad para que la región siga desarrollando sus recursos energéticos”.

Experiencia Fortín de Piedra

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