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Con sello wichí

En la región del Noroeste Argentino, estudiantes de la Tecnicatura en Gestión de Emprendimientos tomaron la carpintería de una comunidad wichí como parte de su práctica profesional, a través del área de Relaciones con la Comunidad (CORE) de Tecpetrol. Un contacto genuino que impulsó el proyecto productivo.

El encuentro no podría haber sido más fructífero. Para la carpintería que le da sustento, la comunidad wichí El Lapacho de Coronel Cornejo, en Salta, recibió el apoyo de estudiantes terciarios que cumplían con una práctica profesional para graduarse. El trabajo de colaboración se gestó a través de Tecpetrol, que, en su primer contacto con esta pequeña comunidad de la región del Noroeste Argentino (NOA), concretó, además, la donación de una sierra.

La comunidad, dirigida por el cacique Pedro Pino, destacó la calidad humana y agradeció el vínculo que generó Tecpetrol. -

Con la ayuda de un profesor, los estudiantes del Instituto Conscripto Paz de General Mosconi lideraron el proyecto de transformar el taller de carpintería en un proceso productivo completo. Un emprendimiento en el que las mesas y sillas, las estanterías y las tablas para asado que allí se construyen puedan comercializarse de manera rentable para la comunidad.

El pájaro carpintero

Al llegar al taller, el equipo de estudiantes se enfocó en ordenar el espacio, las herramientas y sumar elementos de seguridad. Con el taller organizado, se ocuparon de definir la identidad del proyecto. La carpintería “Los lapachos” construye objetos entre la artesanía y el mueble funcional, donde se destaca el respeto por la madera, todos materiales nobles, sustentables y locales, sin acabados de látex o barniz.

El stand de la comunidad El lapacho en la feria municipal de emprendimientos Expo Mosconi; allí los estudiantes se organizaron en tres turnos de trabajo. -

Los muebles rústicos requerían, sin embargo, otros saberes para convertirse en un proyecto productivo rentable. Herramientas de marketing, posicionamiento del producto y sobre todo el cálculo de costos fueron vitales aportes de los y las estudiantes, cuando entre los miembros de la comunidad varios no saben leer ni escribir. Ya tienen su QR y usuario para ventas por billeteras virtuales y un book comercial para fomentar la inserción comercial.

“Actuamos como puentes para acercar oportunidades para el desarrollo genuino de las comunidades”, señala Luciana Fernández, CORE Sr Analyst. El área de CORE concretó las entrevistas para detectar el interés de los y las estudiantes, que debían cumplir con los requisitos de 80% de materias regulares y 50% de la carrera aprobada. El equipo de seis alumnos y alumnas del último año viajó regularmente durante dos meses a la comunidad, instalada a 10 kilómetros de Tartagal, en un paraje marcado por la precariedad.

“Primero fuimos a la comunidad con la propuesta, y se interesaron porque veían una oportunidad de trabajar de manera más ordenada y dar un paso más”, agrega Luciana, que expresa su orgullo por un paso importante. “Habían participado de la feria de emprendimientos municipal, donde se ofrecen comidas, artesanías y diversos productos, pero fuera del predio, porque no tenían fondos para pagar el stand ni sabían cómo acceder”.

Banco de madera fabricado en el taller; fotografiado para su presencia en redes sociales. -

Junto a sus ayudantes y a Tecpetrol, en la última Expo Mosconi –la feria municipal de emprendedores– montaron su stand dentro de la feria, tomaron fotos propias para difundir sus productos en redes sociales y entregaron tarjetas de presentación para generar una imagen de marca, con un logo de un pájaro carpintero que diseñó uno de los chicos del equipo.

“Los jóvenes cumplieron con las horas que necesitan para recibirse, pero quiero destacar el enfoque social, el acercamiento a la comunidad”, define Luciana Fernández. “Porque descubrieron que no se necesita mucho para colaborar con los demás desde lo que cada uno sabe, que no hace falta ser trabajador social para estar en contacto”. La tarea de CORE de acercar oportunidades encontró una manera concreta de hacerlo.

El día del cierre, con diplomas de la actividad, el cacique Pedro Pino, hombre de pocas palabras, agradeció a Tecpetrol “por acercarnos a esta gente, que es muy buena, que se preocupó por entendernos”.

Además del apoyo con conocimientos, Tecpetrol donó una sierra para trabajar la madera en el taller. -

Una de las jóvenes estudiantes, ese día tomó la palabra. "En nombre de mis compañeros, quiero agradecerles a Tecpetrol y a la comunidad por darnos esta experiencia la oportunidad de desarrollar todas las capacidades que venimos trabajando desde hace dos años. Aprendimos un montón".

Cercana al yacimiento de Ramos, la comunidad wichí El lapacho ya cuenta con una sierra en su taller de carpintería y muchos nuevos conocimientos, sin perder sus saberes ni su identidad. Fueron dos meses intensos para un desafío que se siente satisfactorio para todas las partes.

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